jueves, 18 de diciembre de 2008

Tercer Premio 20 Ideas





Memoria Centro Cultural y Deportivo Caacupé

Un volumen bajo y pesado por delante del complejo hace de pantalla y le da escala, lo relaciona con la ciudad formal, conteniendo los programas de apoyo necesarios para la actividad cultural y deportiva, otro volumen de mayor envergadura aparece por detrás de este y le da el carácter de icono al complejo conteniendo todas las actividades deportivas y sociales cubiertas que se llevaran a cabo en el edificio.
Los patios van cruzando la circulación y generando espacios verdes que contienen las gradas y lugares de dispersión y encuentro entre las personas que concurren al complejo.
La imagen del edificio es austera y sobria, con volúmenes simples que aportan carácter al lugar desde una arquitectura contemporánea, con pocos materiales y teniendo en cuenta la posibilidad de autoconstrucción en un alto porcentaje del complejo.
El desnivel de las canchas permiten visuales que dominan la totalidad de las actividades mientras se circula por el lugar.
El edificio bajo posee una sola planta y está pensado en ladrillo hueco cerámico y estructura de hormigón, con lo cual es muy posible la construcción del mismo por gente de la villa, este edificio se plantea como un edificio semicubierto con posibilidad de cerrarse en una tercera etapa.
El volumen mayor es de chapa galvanizada hasta los 2.00m, con un cerramiento perimetral de cortina de enrollar de chapa galvanizada que le da el cierre al edificio-SUM.
El proyecto es planteado como vinculo necesario entre la ciudad formal y la ciudad informal, actuando como nexo tanto por su ubicación como por su vocación de invitar a los vecinos de la villa a tener un complejo que no solo los contenga y los represente sino también que los vincule con el resto de la sociedad.
“Los vínculos que se generan entre la gente de aquí tienen otra fuerza. Aca se festeja en la calle la nochebuena. Es muy común ver a los vecinos con una mesa para todos. Hay un vinculo solidario que no se da en otros lados, surgen lazos de amistad. Aquí las personas son alguien, se saludan se llaman por su nombre.” Como se lee en esta nota que fuera realizada al padre Di Paola(párroco de la villa 21),el complejo intenta rescatar los valores positivos de la villa transformándolos en espacios que los representen, que les de identidad, proponiendo un sentido de pertenencia con el lugar, que no solo tiene que ver con la situación geográfica sino con un modo de vivir, con una manera de vincularse, con una manera de habitar los espacios. Esos espacios son los que pretendemos plasmar.

Autores:Alexis Lalin-Sebastian Medina-Ariel Orieta
Links: http://www.socearq.org/nota.cfm/n.1451.htm

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